- Mundo
- France 24
19/1/2025.- El alto el fuego entre Israel y Hamás, que comenzó este 19 de enero tras un retraso de casi tres horas, enfrenta serios desafíos que ponen en riesgo su ejecución completa. Aunque la tregua contempla la liberación inicial de 33 rehenes israelíes y cientos de prisioneros palestinos, además del aumento de ayuda humanitaria, las tensiones internas y externas podrían obstaculizar su desarrollo
Durante el retraso previo al inicio oficial de la tregua, los ataques israelíes continuaron en Gaza, dejando al menos 13 palestinos muertos y 30 heridos, según la Defensa Civil de Gaza. Este contexto inicial refleja la fragilidad del acuerdo, que incluye en su primera fase la entrega de rehenes y el ingreso de ayuda a la devastada Franja de Gaza.
El pacto, dividido en fases, contempla nuevas negociaciones en el día 16 para avanzar hacia un cese al fuego duradero, la liberación completa de rehenes y la reconstrucción de Gaza. Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Sa'ar, destacó que avanzar a la siguiente etapa no será automático, dependiendo de si Israel considera cumplidos sus objetivos.
Sa'ar calificó el acuerdo como un “alto precio para Israel” debido a la liberación de 1.904 presos palestinos, y enfatizó que Hamás sigue siendo una amenaza para la estabilidad regional. “Seguiremos comprometidos a desmantelar las capacidades militares de Hamás”, afirmó.
Según Kristian Herbolzheimer, director del Instituto Catalán Internacional para la Paz, las profundas divisiones estructurales dificultan la convivencia entre palestinos e israelíes. “La posibilidad de una paz basada en la igualdad de derechos sigue siendo sumamente complicada”, comentó, destacando que Israel no ha planteado propuestas concretas para lograr la paz.
No obstante, Herbolzheimer reconoció que el contexto internacional podría favorecer avances, señalando el interés de la nueva Administración estadounidense en posicionarse como mediadora global de paz.
El acuerdo, mediado por Egipto, Catar y Estados Unidos, aún está en una fase temprana, y su éxito dependerá de la capacidad de ambas partes para cumplir sus compromisos y evitar una escalada que reavive el conflicto.