- Economía
- Gregory Beltrán
11/12/2024.- Bolivia vuelve a despertar el interés de inversores mineros extranjeros con dos proyectos que actualmente son desarrollados por la canadiense NPM Minerales S.A. Se trata del proyecto Silver Sand, en Potosí, y Carangas, en Oruro, en ambos se proyecta invertir 682 millones de dólares, según explicó en conferencia de prensa el gerente de esta empresa, Hianny Romero.
“Efectivamente, NPM es la punta de lanza y, es más, estamos en vitrina en relación a lo que puede pasar en Bolivia para poder hacer un proyecto exitoso de inversión”, dijo a La Prensa Romero, a tiempo de señalar que muchas empresas les dijeron que no inviertan en el país. Sin embargo, el potencial mineralógico que existe les motiva a arriesgarse.
Por ejemplo, mencionó que el proyecto minero Carangas es de tal envergadura que podría compararse al yacimiento de San Cristóbal, que es considerada la cantera más grande a nivel mundial y que está ubicada en la provincia Nor Lípez del departamento de Potosí.
Romero informó que recientemente participaron en un evento realizado en China “donde hemos expuesto nuestros proyectos y ellos ven con mucho interés los resultados de nuestros proyectos”.
Pero, los inversores todavía son reticentes a invertir en Bolivia “antes, dicen, tengan éxito y vamos, por eso le decía creo que vamos a ser la punta de lanza para una ola de nuevas inversiones en el sector minero”.
Si la empresa logra superar todas las etapas que tienen que ver con la puesta en marcha de estos dos proyectos, se tiene previsto que podrían empezar a operar en 2026, con la posibilidad de generar alrededor de 1.000 fuentes de trabajo directos. No obstante, hay varios obstáculos que todavía deben afrontar, como las amenazas por parte de mineros ilegales que operan en Potosí, quienes estarían amedrentando al personal de la canadiense. Esto no ocurre en Oruro, donde todas las instituciones ayudaron para que se cumpla con todos los requerimientos. Esperan que en 2025 concluyan con todos los trámites.