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Una colección de 6.663 libros, trabajos y documentos que formaron la biblioteca particular de Carlos Darío Mario Montaño Aragón, el primer antropólogo boliviano, fue donada al Museo Nacional de Etnografía y folklore (Musef).

La firma de entrega de este tesoro científico e investigativo de bienes documentales y culturales se realizó anoche, entre la Fundación del Banco Central de Bolivia (FC-BCB) y Laura Nieto Aguirre viuda de Montaño.

Las 6.663 mil unidades de documentos culturales, producto de la amplia trayectoria de investigación de Montaño Aragón fueron acumulados a lo largo de más de más de siete décadas.

“La donación de la biblioteca de Montaño Aragón es, sin duda alguna, un gran logro para el país, porque cultivó una de las bibliotecas más completas en el área de antropología y ciencias sociales”, destacó el presidente de la Fundación, Luis Oporto Ordóñez.

“Él era muy acucioso en buscar las fuentes para documentar sus estudios y en gran medida esa biblioteca nutrió su importante obra antropológica”, acotó.

Destacó que Montaño Aragón fue el primer antropólogo titulado en Bolivia, se tituló en la Universidad Mayor de San Simón, en la que fue discípulo del cientista social argentino Dick Édgar Ibarra Grasso.

La biblioteca del investigador, quien falleció en 2013, contiene trabajos relacionados con los pueblos y naciones originarias, vistas desde la mirada antropológica de su creador.

“Fue el único que ha podido identificar pueblos indígenas que se han extinguido. Él tiene un estudio importantísimo en tres tomos, la Guía Etnográfica Boliviana, una de las obras más importantes”, anotó.

Añadió que, desde la década de 1980, comenzó un inventario minucioso de más de 50 pueblos indígenas, debidamente documentados.

Fue, además, autor de El hombre negro y su cultura en Bolivia, Raíces semíticas en la religiosidad aimara y quichua, Mama Pacha: por los caminos de la madre tierra, Interpretación de las divinidades nativas y dogma cristiano, El hombre de suburbio: estudio de las áreas periféricas de Oruro.

El Presidente de la FC-BCB destacó el desprendimiento de la viuda de Montaño Aragón, porque nadie conocía cuál sería el destino de la biblioteca, pero que fue decisión de ella donar al Estado tan valiosa información. “No pidió ninguna suma de dinero para ceder esta importante colección, que pudo vender”, indicó.

Por: Aleja Cuevas