• Economía
  • Gregory Beltrán

Prácticamente el pan de batalla desapareció el domingo en la tarde de tiendas, almacenes y supermercados, luego de que algunos dirigentes anunciaran que no elaborarían el producto debido a los altos costos de los insumos y, en otros casos, en demanda de un posible incremento de su precio. Si bien esto no ocurrió, se pudo comprobar que el peso del pan, al menos en la ciudad de El Alto, bajó y algunas vendedoras aseguran que bordea los 40 gramos pese a que el peso establecido debe ser de 60 gramos.

Este hecho obligó a las autoridades nacionales a realizar operativos de control en algunos hornos junto a los funcionarios de algunas alcaldías, según el viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva.
“Vamos a salir con la ley en la mano, vamos a iniciar los procesos contra aquellas personas que reducen el peso del pan, y hemos conversado con autoridades municipales para hacer los controles del peso y precio del pan de batalla”, aseguró.

La autoridad enfatizó que este producto no puede costar más de 50 centavos y no puede pesar menos de 60 gramos, debido a que cada panificador recibe cuatro quintales de harina por día. El gerente de la estatal Emapa, Franklin Flores, aclaró que en realidad son bolsas de 50 kilos.

Entre 2018 y 2019, los panificadores recibían 1,3 millones de quintales y se tiene previsto que este año reciban 2,4 millones de quintales, lo que representa que se duplicó la entrega del principal insumo para elaborar este alimento. Flores informó que por cada bolsa de 50 kilos se elaboran alrededor de 700 panes.

El precio de la harina que se le entrega a los panificadores es de 136 bolivianos en La Paz, Cochabamba y Beni, mientras que en Potosí y otros departamentos baja a 123 bolivianos.

También explicó que rec9iben otros insumos como azúcar, manteca y otros, a precios diferenciados precisamente para evitar el encarecimiento del producto.

Por otro lado, el viceministerio de Comercio, Gróver Lacoa, anticipó que presentará una denuncia por especulación contra el secretario ejecutivo de la Federación de Panificadores de El Alto, Fidel Paco, quien aparentemente ordenó a sus afiliados ocultar la harina debido a los operativos de control del Gobierno.

Según una grabación de audio que se difundió por las redes sociales se escucha al dirigente instruir a sus afiliados esconder la harina, “se evidencia que esta persona incentiva el delito de especulación, al instruir ocultar la harina y pretender hacer creer a la población que no hay harina o que no es suficiente, y utilizar harina argentina para incrementar el precio”, dijo el viceministro Silva.

Lacoa recordó que continuará la provisión al sector.