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30/1/2025.- La noche del miércoles, un avión comercial con 64 pasajeros y un helicóptero militar con tres tripulantes chocaron en pleno vuelo cerca del aeropuerto Ronald Reagan, cayendo en las gélidas aguas del río Potomac. Las autoridades confirmaron que no hay sobrevivientes en lo que se considera la peor tragedia aérea en Estados Unidos en más de una década.

El jefe de bomberos de Washington, John Donnelly, informó que la búsqueda de cuerpos continúa y que, hasta el momento, se han recuperado los restos de 27 pasajeros del avión y uno del helicóptero. "A esta altura no pensamos que haya sobrevivientes", señaló Donnelly, explicando que la operación pasó de rescate a recuperación.

La Administración Federal de Aviación (FAA) identificó el avión como un Bombardier operado por una subsidiaria de American Airlines, que volaba desde Wichita, Kansas, hacia Washington. El helicóptero Black Hawk realizaba un vuelo de entrenamiento con tres militares a bordo. Según el secretario de Defensa, Pete Hegseth, la aeronave recibió instrucciones de mantenerse detrás del avión antes de la colisión.

El secretario de Transporte, Sean Duffy, afirmó que el choque era "absolutamente evitable" y señaló que las condiciones meteorológicas eran favorables en el momento del impacto. Testigos describieron una bola de fuego y un chorro de chispas tras la colisión, mientras que un audio del control de tráfico aéreo reveló las últimas comunicaciones con el helicóptero.

El director ejecutivo de American Airlines, Robert Isom, expresó su profundo pesar por el accidente. La tragedia recuerda a otro desastre ocurrido en el mismo aeropuerto en 1982, cuando un Boeing 737 de Air Florida cayó al río Potomac tras el despegue, dejando 78 muertos.