- Cultura
- HEIDDY QUIROGA
6/1/2025.- Con la proyección de nuevos documentales y estrenos, la Cinemateca Boliviana se reafirma como el custodio del patrimonio fílmico nacional, impulsando el cine boliviano hacia el futuro.
“Desde que asumí la dirección de la Fundación de la Cinemateca Boliviana en septiembre de 2010, se hace un trabajo de hormiga en el archivo del cine boliviano, el único en Bolivia.
Tiene una tradición cinematográfica valiosa, llena de voces, perspectivas y realidades únicas que merecen ser preservadas, celebradas y compartidas. Y esa es precisamente nuestra misión; custodiar la memoria fílmica, pero también, devolverle la vitalidad a través de la digitalización que, por diversas razones, se perdió en el camino. Las voces de nuestros cineastas y actores deben resonar más fuerte que nunca”, dijo la cineasta Carmela Márquez Saleg, mientras muestra el catálogo de cine boliviano que tiene películas desde 1906 a la fecha.
Su sueño más anhelado es llenar nuevamente las salas de la Cinemateca de espectadores y garantizar la sostenibilidad de este valioso guardián del patrimonio fílmico boliviano.
Márquez no cree que la solución pase por una nacionalización de la Cinemateca, puesto que considera que “no existen políticas culturales con continuidad. Lo que se necesita es compromiso. La memoria no tiene partido político”, agregó mientras camina por el archivo de la Cinemateca Boliviana mostrando sus “joyas”, rollos fílmicos de nitrato y acetato.
ESTRENOS PARA 2025
Entre las principales iniciativas de la Cinemateca Boliviana, que se encuentra en la calle Oscar Soria, esq. Rosendo Gutiérrez, para esta gestión 2025, se encuentra la proyección en sus pantallas del documental boliviano “La desaparición de Helena”, el 16 de enero, thriller que investiga la enigmática desaparición de una joven en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
Para el 23 de enero se estrenará Truculento Boliviano: Leyendas Urbanas, docudrama dirigido por Martín Jiménez, exclusivamente para la Cinemateca Boliviana.
Leyendas urbanas bolivianas investigadas, narradas y recreadas por tres influencers con mala suerte entrevistando a ciudadanos de La Paz.
Para el mes de febrero se reestrenará La Casa del Sur, drama y suspenso es el filme de la directora y guionista boliviana Carina Oroza y su codirector Ramiro Fierro, ambientado en dos épocas diferentes de la ciudad de Tarija, que cuenta la historia boliviana desde la mirada femenina.
Y por último, el “plato fuerte”, se estrenará el 21 de marzo el documental La Virginia de los bolivianos dirigido por Juan Cristóbal Ríos, confirma Mela Márquez en entrevista con La Prensa.
Una obra cinematográfica que aborda la historia de la migración boliviana hacia los Estados Unidos. Filmado en el país norteamericano, este documental ofrece una mirada profunda sobre las experiencias y desafíos de los migrantes bolivianos en su búsqueda de nuevas oportunidades en tierras lejanas.
ARCHIVO DEL CINE BOLIVIANO
“La Cinemateca Boliviana no es solo un cine, es el archivo de nacional de Bolivia, único en el género de cinematografía, lo que hacemos es custodiar la memoria cívica, son obras irrepetibles, crear un catálogo fílmico nos tardamos cinco años a través de un fondo concursable por la cooperación española”, manifestó Márquez.
El archivo central cuenta con dos bóvedas: una diseñada específicamente para almacenar películas de nitrato, equipada con sistemas de seguridad avanzados contra incendios, y otra, de mayor tamaño, destinada al resguardo de películas en acetato y otros tipos de soportes contemporáneos, con una temperatura menor de 8 a 10 grados. Además, dispone de una sala de restauración y varios depósitos complementarios para conservar materiales adicionales, como fotografías, carteles y otros elementos relacionados.
El primer rollo que se deposita en la Cinemateca Boliviana fue Laredo de Bolivia, del cineasta Jorge Ruiz.
“A través del scanner digital que llegó a Bolivia el 2022 es que hacemos la recuperación de los rollos de las películas que datan de más de un centenar, La Cinemateca Boliviana hasta ahora ha rescatado el 85% del material fílmico de Bolivia”, dijo Márquez.
La presentación de estos films bolivianos es todos los días y el costo es de 10 bolivianos. Del 2 al 8 de enero presentan Santa Nazaria de Santa Teresa, una producción orureña histórico cortometraje digitalizado en 2K. El filme se exhibirá junto con los cortometrajes La posesión del presidente Hernando Siles (1926) y el Surco Propio en los horarios de 16:05 y 19:00.