• Sociedad
La erosión hídrica desgastó el terreno donde están asentadas al menos 30 casetas de yatiris.
  • Wilma Pérez

12/12/24.- Las noches de fuertes tormentas eléctricas y lluvia no deja dormir tranquila a Linda Quispe, teme que las casetas de los amautas, ubicadas en la Ceja de El Alto sobre un barranco de unos 20 metros de altura, se desplomen y afecten a las casas de las familias de la zona 23 de Marzo, de la ciudad de La Paz.

“Vivo aquí hace 15 años, antes no tenía miedo, pero este año es diferente, porque la lluvia ya ha hecho caer piedras y tierra, ese es un mal presagio. Ojalá las autoridades hagan algo para que no sigan cayendo piedras, eso sería grave para todos”, dijo.

Los mismos amautas están conscientes del peligro que significa para ellos aten-der en sus casetas cuando la lluvia es intensa, “yo cierro la puerta y me voy a la Ceja, cuando termina la lluvia vuelvo”, afirmó el maestro Simón, quién heredó la actividad de sus padres.

En un día soleado, como fue ayer miércoles, el humo de los braseros es el anuncio silencioso del inicio de la actividad, de a poco los amautas abren sus puertas y en una de las casetas, en un ambiente de no más de dos por dos metros está el consultorio y en la parte de atrás, otro ambiente de menos de un metro de ancho por dos de largo se encuentra el área de descanso y una cortina de tela impide el ingreso de los rayos solares.

La Prensa estuvo ayer en una de las casetas desde donde se observó cómo el sol asomaba por entre el nevado Mururata, parte de la cordillera, pero al observar a la parte de abajo, lo primero que sobresalen son las casas de la zona 23 de Marzo.

Al mirar a las viviendas, el maestro Simón recuerda que cuando sus padres atendían en una tienda en una pequeña casucha de barro y paja en la parte de abajo no había casas, “todo era vacío, de chango bajaba a buscar lagartos, ahora con las casas se ha vuelto un muladar. Todo es culpa de las autoridades, yo no me voy a mover de aquí”, sentenció.

MUNICIPIO

Ante esta certeza, el secretario de Medio Ambiente de la Alcaldía de El Alto, Gabriel Pari, informó que se entregaron dos notificaciones para que los amautas abandonen el lugar y como no hacen caso,  ellos tienen una propuesta para evitar una tragedia y para ejecutarlo se buscó el apoyo y coordinación de la Alcaldía de La Paz y el Defensor del Pueblo.

“Nuestra propuesta es enmallar toda la parte del precipicio donde están las casetas para que ya no caigan piedras ni tierra, paralelamente se busca consensuar con los señores amautas para reubicarlos, pero ellos ni siquiera nos quieren escuchar, solo nos agreden”, expresó.