• Política
Sesión de la Asamblea Legislativa
  • Redacción Central

En las próximas semanas, la Asamblea Legislativa se convertirá en el escenario de una ardua disputa de las fuerzas políticas, fragmentadas, en el proceso de elección de las nuevas directivas camarales, que deben ser elegidas por mayoría absoluta. En el panorama actual, ninguna de las fuerzas políticas cuenta con ese volumen de votos.  

A medida que se acercan los últimos meses del año, los asambleístas nacionales deben renovar sus directivas camarales, además de las bancadas, brigadas, comisiones y comités.

En 2020, tanto el Movimiento Al Socialismo (MAS) como Comunidad Ciudadana, las dos fuerzas con mayor representación en el Legislativo, llegaron compactas, sólidas, pero al pasar los meses esta unidad se deterioró y surgieron nuevos grupos: arcistas, evistas; mesistas, adultocentristas, disidentes; camachistas y disidentes, entre otros denominativos.

Esta división, determinó que los legisladores de uno y otro bando no se sientan representados por uno u otro, aspecto que llegó a que, en diferentes sesiones camarales, particularmente en la Cámara de Diputados, se desaten pugnas por diferentes situaciones.

“La democracia no existe en el MAS, tampoco en CC ni en Creemos”, sostienen algunos asambleístas nacionales de diferentes bancadas políticas.

FRACCIONAMIENTO.

Esta problemática se hizo evidente, de manera visible, con expulsiones en Comunidad Ciudadana: once legisladores entre titulares y suplentes fueron expulsados de este frente político, entre ellos uno de los más críticos al mesismo, el diputado Marcelo Pedrazas.

“Esto de la ruptura era como una crónica de una ruptura anunciada. La primera vez que tuve la oportunidad de manifestar la idea de construcción política, me invitaron a salir, luego expulsaron a unos senadores, después se redujo este grupo adultocéntrico”, refirió en su momento el legislador.

En el MAS, entre arcistas y evistas o radicales y renovadores las fricciones fueron permanentes, hasta llegar incluso a que los evistas sostengan que no son parte del Gobierno, entre otras posturas políticas.

ALIANZAS.

Dentro de este panorama, la mayoría masista, por su división interna se verá obligada a buscar aliados circunstanciales para ganar la presidencia de las cámaras. En la legislatura que casi llega a su fin, en Diputados, los arcistas impusieron al actualmente cuestionado Israel Huaytari.

En tanto, que, en el Senado tras ciertas fisuras y problemas, además de denuncias de componendas con la oposición, los evistas lograron mantener por cuarto año consecutivo a Andrónico Rodríguez al frente de esa instancia legislativa.