• Economía
  • Gregory Beltrán

“¿Cómo están las ventas caserita? Más o menos”, admitió una comerciante que ofrecía tomates en el mercado Rodríguez, mientras otros vendedores mostraban rostros de preocupación debido a que las ventas bajaron porque, aseguran, el encarecimiento. 

En un frial, el vendedor dijo que subieron los precios de los productos importados y sus ventas se redujeron a más de la mitad, mientras las transacciones de una empresa tan importante como Delizia cayeron hasta en un 10 por ciento, en tanto que sus productos experimentaron un alza en esa misma proporción.

ESTANFLACIÓN

En un recorrido hecho por varios puntos de comercialización de La Paz, se pudo constatar que mientras las ventas de algunos productos se redujeron, en otros, como el caso de las carnes, se mantienen. En criterio de los comerciantes, los consumidores sólo compran los productos esenciales.

Al respecto, el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Luis Romero, dijo que se trata de un proceso de estanflación debido a que suben los precios y los ingresos por ventas se reducen debido a la estructura de gasto de las familias. 

“Entonces, una economía que vende menos, crece menos y por eso decía que este proceso se denomina así, estanflación”, sostuvo.

El subgerente de la Compañía de Alimentos Delizia, Horacio Vera, indicó que hubo un incremento de precios debido al alza de los insumos, que provienen principalmente del exterior del país, “pues los empresarios nos vemos obligados, dado que todos los insumos están subiendo, también a ajustar precios”, dijo.

Vera consideró que este incremento no se realizó de forma “muy brusca” pero era necesario realizar este tipo de ajustes.

Ante la consulta del nivel de incremento que habrían dispuesto, el ejecutivo señaló que esta subida es de alrededor del 10 por ciento por los insumos que emplean, debido a que “lamentablemente Bolivia no es un país” que pueda producirlos y tenemos que depender de los proveedores internacionales. A esto se suma la escasez de dólares que obliga a comprar la divisa estadounidense en el mercado paralelo, a precio mayor que el oficial.