- Cultura
- Aleja Cuevas
Awicha narra la historia de Melchor, quien sigue los pasos de su abuelo como panadero. A lo largo de su vida, él enfrenta migrañas y extrañas alucinaciones en su panadería, un lugar donde se ofrece cultos a una entidad misteriosa. Él decide romper con esta práctica, pero sabe de las consecuencias.
Este cortometraje, en aymara, fue declarado ganador de la competencia por Mejor Corto Internacional del Festival Internacional de Cortometrajes Cine a la Calle (Ficica) 2024, celebrado en Barranquilla, Colombia.
Inspirado en los relatos y novelas de terror del estadounidense H.P. Lovecraft, Awicha fue escrito y dirigido por el paceño Marcelo Ajpi, quien se vio sorprendido por la nominación.
“Estoy un poco sorprendido, no pensaba que este primer cortometraje pudiera tener repercusión”, dijo.
El 20 de agosto, la página oficial del festival en redes sociales anunció a los ganadores, entre los que Awicha se destacó entre producciones de 11 países, entre los que figuran Chile, España, China, Irán e Italia.
El Ficica, parte de la Fundación Cine a la Calle, se originó en 2006 a partir del Festival Internacional de Cortometrajes que se realiza en Barranquilla, Colombia, desde 2001, que promueve el uso de herramientas audiovisuales a favor del desarrollo social.
Marcelo Ajpi, director y guionista de Awicha, es autodidacta en el mundo audiovisual. Comenzó su carrera como asistente y editor en producciones de reconocidos directores como Mela Márquez, Paolo Agazzi y Marcos Loayza.
Tras un breve paso por el mundo de la publicidad y como funcionario en la Alcaldía de La Paz, participó en producciones como Ajayu, Retratos y Valeria.
Luego de dejar la, administración edil, Ajpi se unió a una institución pública y retomó la producción cinematográfica en su tiempo libre. “Awicha nace a partir del cuento El modelo de Pickman, de H.P. Lovecraft, donde un pintor es devorado por sus propias pinturas. Traspolé esta idea a un horno, que en la cultura aymara adquiere un misticismo paticular”, explicó.
Vecino del barrio de La Portada, donde los panaderos aún practican ceremonias para construir hornos, Ajpi se inspiró en estos rituales para fusionarlos con el pensamiento de Lovecraft. “Cuando se construye un horno, se hace una ceremonia, y si se lo destruye, también hay un ritual. Así se unieron el sentido de Lovecraft y la mitología aymara”, añadió.
“Trato de mostrar, no sé si es horror o terror cósmico, es algo misterioso al que no estamos preparados para vivir, son sustos que no puede percibir el humano”, dijo Ajpi.
El videoasta comenzó a escribir el guion a fines de 2022, en agosto de 2023 inició la producción con el apoyo de Polak Ríos, locacionista de Mano Propia, de Gory Patiño.
Se rodó una semana después de Todos Santos, con locaciones en Sampaya, una comunidad del municipio de Copacabana y en el horno de su familia en La Portada. En enero de 2024, el corto fue editado y en febrero fue postulado en varios festivales.
“Sampaya es un lugar misterioso, de chullpas escondidas y pequeños tapados, ideal para crear mitología basada en historias orales”, relató el cineasta.
Luego de Awicha, Ajpi ya trabaja en su siguiente proyecto, Sacrificio, que también tendrá imágenes de Sampaya, en el altiplano.