• Economía
Foto: ERBOL
  • Armin Copa

La Asociación de Surtidores (Asosur) se declaró en estado de emergencia a nivel nacional bajo el argumento de que el nuevo esquema de costos vuelve inviable su funcionamiento. Los propietarios de estaciones de servicio aseguran que los márgenes de ganancia y las comisiones actuales resultan irreales frente al alza del diésel y la gasolina. Según el comunicado gremial, el capital necesario para la adquisición de productos aumentó de forma significativa, lo que imposibilita cubrir los gastos administrativos básicos para la atención al público.

La organización alertó que esta asfixia financiera conducirá al cierre de múltiples puntos de venta en todo el territorio boliviano. Además, los representantes del sector señalaron que las estaciones no cuentan con los recursos económicos para renovar sus licencias de operación bajo las condiciones vigentes. Esta situación pone en riesgo la continuidad del suministro de carburantes, ya que las empresas privadas enfrentan una descapitalización acelerada por el ajuste fiscal dispuesto en el Decreto 5503.

Asosur responsabilizó directamente a las autoridades gubernamentales por el posible desabastecimiento que derive de esta crisis económica interna. Los empresarios exigen una revisión urgente de las comisiones para evitar el cese de actividades y garantizar la estabilidad laboral de sus trabajadores. Mientras la incertidumbre crece, el gremio advierte que la quiebra de los surtidores afectará la logística de transporte y la distribución de bienes esenciales en todas las regiones del país.