• Seguridad
  • Carmen Challapa

A cinco años de la renuncia de Evo Morales a la presidencia, advierten que el líder cocalero implementa una vez más las mismas acciones violentas generadas en noviembre de 2019, medidas que generaron la muerte de 32 personas y la detención de 57 manifestantes.

En octubre de hace cinco años, tras la denuncia de fraude electoral contra Morales, diferentes plataformas y sectores sociales iniciaron las movilizaciones, fundamentalmente en los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. 
Después de dos semanas de conflictos, el 8 de noviembre de 2019 los policías de todo el país se amotinaron y denunciaron que algunos jefes policiales se parcializaron con el dirigente cocalero, obligando a los uniformados a brindar protección y seguridad a los movimientos sociales del ahora Movimiento Al Socialismo (MAS) radical.

Desde entonces, la intención de afines a Morales fue implementar un “Vietnam Moderno” en el trópico de Cochabamba. En 2019, personal de Inteligencia de la Policía advirtió que en el centro de acopio de coca, en el municipio de Sacaba, guardaban armas de fuego de diferentes calibres, contó un exjefe policial que solicitó mantener en reserva su nombre. “Se tenía previsto realizar un operativo conjunto para poder desmantelar el centro de acopio, pero no se pudo ejecutar porque los planes de operación se filtraron al sector evista, ellos sabían todo lo que teníamos que hacer”, dijo.

El mismo fenómeno se replicó durante los casi 24 días de bloqueo de carretera impulsado por afines al dirigente cocalero. “Nuestros policías y militares patriotas nos informaron que se tiene planificado una intervención a nuestros puntos de bloqueo…” denunciaba de manera recurrente en sus redes sociales Evo Morales, donde además posteaba los documentos de los planes de operación conjunta.

Semanas atrás, el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, denunció que grupos irregulares ingresaron armamento de grueso calibre al trópico de Cochabamba, para generar una nueva convulsión social y proteger al narcotráfico. Por su parte, el dirigente evista, Ponciano Santos, advirtió que convulsionarán el país y declararon la guerra al Gobierno. “Los policías que se despidan de sus familias”, dijo.

En los operativos policiales en Parotani y Mairana decomisaron artefactos explosivos y bombas caseras, además, en videos viralizados en medios digitales de Morales, se identificó a personas portando armas de fuego de grueso calibre.

EMBOSCADAS

En 2019, una caravana de cooperativistas mineros que se trasladaba a la ciudad de La Paz para reforzar las movilizaciones en defensa de la democracia, fue emboscada en la carretera Potosí-Oruro. En esa oportunidad dos mineros recibieron el impacto de un arma de fuego. La hipótesis que las autoridades manejaban es que se trataba de francotiradores. El 27 de octubre de este año, un contingente policial que marchaba a desbloquear la carretera Oruro-Potosí también fue emboscado, varios vehículos policiales resultaron afectados por impactos de fusil Máuser calibre 7,62.